Los neumáticos son cruciales durante la lluvia. Asegúrate de que estén en buen estado y tengan la presión adecuada. Un neumático desgastado pierde tracción, lo que aumenta el riesgo de accidentes. Así que, revisa el desgaste y la presión antes de salir.

El agua puede lavar el lubricante de la cadena, dejándola expuesta al óxido. Después de cada salida bajo la lluvia, seca y lubrica la cadena para protegerla. Un lubricante adecuado asegurará que la cadena funcione de manera suave y prolongará su vida útil.

Las lluvias pueden reducir la visibilidad. Así que, es vital que las luces de tu moto funcionen perfectamente. Verifica que tanto los faros como las luces traseras y los intermitentes estén en buenas condiciones y visibles para los demás conductores.

El agua puede afectar el rendimiento de los frenos. Asegúrate de que las pastillas de freno estén en buen estado y que no haya agua acumulada en los discos. Si sientes que los frenos no responden bien, es mejor revisarlos antes de continuar manejando.

Las carreteras mojadas son resbaladizas, así que es esencial reducir la velocidad para mantener el control. Además, frenar de manera brusca puede causar que las ruedas se bloqueen, así que frena suavemente.