Antes de enfrentarte al frío, revisa que tu moto esté en buen estado. Verifica la presión de los neumáticos porque el frío puede afectarla, y asegúrate de que las luces funcionen correctamente. Además, utiliza aceite recomendado para bajas temperaturas porque facilita el arranque.

El frío no solo afecta tu comodidad, sino también tu capacidad para conducir con seguridad. Usa ropa térmica y guantes gruesos, pero asegúrate de mantener buena movilidad. También, un casco con visor antivaho es fundamental porque evita que la condensación obstruya tu visión.

En carreteras frías, reduce la velocidad y mantén una distancia mayor con otros vehículos. Esto es importante porque las llantas tienen menos agarre en superficies heladas o mojadas. Además, evita frenadas bruscas y utiliza ambos frenos para mantener el equilibrio.

En invierno, la visibilidad suele ser menor debido a la niebla o la nieve. Usa ropa con elementos reflectantes y mantén las luces encendidas, incluso durante el día. Así, otros conductores podrán verte con facilidad.