La Dodge Tomahawk es una de las motos más sorprendentes y únicas. Presentada en 2003, esta moto es capaz de alcanzar velocidades teóricas de hasta 480 km/h. Aunque nunca se ha probado oficialmente en la pista, su motor V10 de 8.3 litros, el mismo que usa el Dodge Viper, promete un rendimiento increíble. Así, aunque muchos discuten su capacidad para llegar a esas cifras, no deja de ser una de las motos más impresionantes jamás construidas.

La Kawasaki Ninja H2R es una de las motos de producción más rápidas del mundo. Con un motor sobrealimentado de 998 cc, esta máquina puede alcanzar hasta 400 km/h. Aunque está diseñada solo para circuitos de carrera, su tecnología y diseño aerodinámico la convierten en un referente en el mundo del motociclismo. Muchos pilotos la han descrito como la moto definitiva para los amantes de la velocidad.

La MTT Turbine Superbike Y2K es otra joya que ha marcado hitos. Esta moto tiene un motor de turbina de helicóptero Rolls-Royce, lo que le permite llegar a más de 365 km/h. Así, es una de las pocas motos en el mundo que usa tecnología de aviación para alcanzar velocidades extremas.

No podemos hablar de motos rápidas sin mencionar la Suzuki Hayabusa. Este modelo, lanzado en 1999, fue la moto de producción más rápida de su época, alcanzando los 312 km/h. Así, su éxito inspiró a otras marcas a seguir innovando en el mundo de las superbikes. A día de hoy, la Hayabusa sigue siendo un ícono para los moteros que buscan velocidad.