Máncora, en la costa norte del Perú, es uno de los destinos más populares para moteros. El viaje ofrece un paisaje impresionante de playas y desiertos. Además, la carretera Panamericana te brinda vistas del océano que te acompañarán todo el camino. Aprovecha para disfrutar del sol, el surf y la gastronomía local.

La Carretera Central te lleva desde Lima hasta la sierra central, pasando por Chosica y Ticlio. Es perfecta si buscas paisajes montañosos y un desafío en tu moto. Con curvas cerradas y un cambio de clima constante, esta ruta te pondrá a prueba mientras disfrutas de las imponentes vistas de la cordillera.

Viajar a Paracas en moto es una experiencia única. La ruta te lleva por un desierto impresionante, pero al mismo tiempo te acerca al mar. La Reserva Nacional de Paracas es el lugar perfecto para relajarse después de un viaje largo. Además, puedes aprovechar para conocer las Islas Ballestas y disfrutar de un paseo en bote.

Si buscas una ruta más desafiante, el viaje de Cusco a Puno es ideal. Pasarás por el altiplano peruano, rodeado de montañas y paisajes únicos. El destino final, el Lago Titicaca, es una joya natural que vale la pena explorar. Además, puedes conocer las islas flotantes de los Uros y su rica cultura.

La ruta de Lima a Huaraz es una de las más emocionantes. A medida que subes por los Andes, el paisaje cambia drásticamente. Las montañas nevadas te acompañarán durante gran parte del trayecto. Huaraz, conocida por sus deportes de aventura, es un lugar perfecto para descansar y explorar la naturaleza.

Si quieres un viaje más corto pero lleno de aventuras, Lunahuaná es el destino ideal. A solo unas horas de Lima, este pueblo es conocido por sus deportes extremos como el rafting. El viaje te llevará por una carretera rodeada de montañas, ofreciendo vistas espectaculares del valle de Cañete.

Punta Sal es otro destino imperdible para los amantes de la playa. La ruta por la Panamericana te permitirá disfrutar de la costa norte y de un clima cálido todo el año. Esta playa es perfecta para relajarse, nadar y probar la gastronomía marina local.