Uno de los mitos más comunes es que el uso del casco puede ser peligroso porque podría romperte el cuello en un accidente. Sin embargo, la realidad es muy diferente. Los estudios demuestran que el casco protege la cabeza y reduce el riesgo de lesiones graves. Así, llevar un casco es esencial para tu seguridad.

Muchos moteros creen que las motos negras son más peligrosas porque son menos visibles para otros conductores. Aunque es cierto que los colores oscuros pueden ser menos visibles, no hay evidencia que indique que las motos negras sean inherentemente más peligrosas. La visibilidad depende más de las luces y la ropa reflectante que del color de la moto.

Las motos deportivas tienen fama de ser peligrosas porque suelen asociarse con altas velocidades. Pero, en realidad, cualquier moto puede ser peligrosa si no se maneja con precaución. El riesgo depende más del comportamiento del conductor que del tipo de moto.

Algunos creen que el aceite de una moto nunca necesita ser cambiado. Esto es un mito peligroso. El aceite de la moto se degrada con el tiempo y pierde sus propiedades lubricantes, lo que puede causar daños graves al motor. Así que, cambiar el aceite regularmente es fundamental para mantener tu moto en buen estado.

Muchos moteros piensan que las motos eléctricas son lentas y no ofrecen la misma emoción que las motos de combustión. Sin embargo, este es un mito. Las motos eléctricas actuales son capaces de alcanzar velocidades muy altas y ofrecen un rendimiento impresionante. Además, tienen la ventaja de ser más ecológicas.

Existe la creencia de que una moto con mayor cilindraje siempre es más rápida. Aunque un mayor cilindraje puede proporcionar más potencia, no siempre se traduce en más velocidad. Otros factores como el peso de la moto, la aerodinámica y la habilidad del piloto también influyen.

La imagen del motero rebelde es una de las leyendas más antiguas. Aunque algunos moteros adoptan este estilo, la mayoría son personas comunes que disfrutan de la libertad que ofrece una moto. Ser motero no significa ser un rebelde, sino amar la carretera y la aventura.